lunes, 21 de marzo de 2011

La Corte Europea de Derechos Humanos ha resuelto que los crucifijos pueden permanecer en las escuelas públicas


¿Una de cal y otra de arena? Tras la negativa del Consejo Europeo de condenar explícitamente la persecución y violencia contra los cristianos, el pasado viernes día 18 de marzo la Corte Europea de Derechos Humanos nos ha traído una buena noticia con la resolución, en sentencia inapelable, que establece que los crucifijos pueden permanecer en las escuelas públicas.

Previamente, había habido una resolución de noviembre de 2009 que daba la razón a una madre de dos alumnas italianas que alegaba que los crucifijos "no correspondían" a la forma en que sus hijas deberían ser educadas. Ante esta decisión, el gobierno italiano defendió la presencia de los crucifijos en las aulas de los colegios públicos, como un símbolo que representa las raíces cristianas del país. La Corte Europea de Derechos Humanos aceptó la apelación presentada por el gobierno de Italia el pasado 28 de enero de 2010, que ha concluido con esta sentencia.

El Presidente del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa, Cardenal Péter Erdo, señaló que la sentencia constituye "primero que nada una victoria para Europa". También el Arzobispo de Esztergom-Budapest (Hungría) ha afirmado que "considerar la presencia del crucifijo en el espacio público como contraria a los derechos del hombre sería negar la idea misma de Europa. Sin el crucifijo la Europa que hoy conocemos no existiría. Por este motivo la sentencia es primero que nada una victoria para Europa".

2 comentarios :

  1. "...la Europa que hoy conocemos no existiría..." ¿de qué Europa habla? Si no quedan vestigios de la Cristiandad en Europa.

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  2. Mal que le pese a quien le pese, Europa en sí es un vestigio de la Cristiandad. Mejor dicho: es la Cristiandad. Aunque tú no lo veas, todo está inspirado e influenciado por el Cristianismo (el sistema de valores, el arte, las leyes, etc.) Tiene toda la razón el Arzobispo de Esztergom-Budapest. Otra cosa es que los laicistas radicales hagan mucho ruido y les moleste mucho que la mayoría de los europeos (y de todo Occidente) sean cristianos. ¿Qué ha sido de la tan cacareada defensa de la democracia, de la que estos laicistas suelen hacer gala? ¿No hay que respetar lo que quiere la mayoría?

    Sea como fuere, esta sentencia es inapelable, por lo que los cuatro gatos a quienes les molestan los crucifijos van a tener que aguantarse. Aunque siempre pueden acogerse a un derecho que les asiste: el derecho a irse si no les gusta; por ejemplo... a algún país islámico: allí no hay crucifijos).

    En cualquier caso, gracias por tu comentario.

    CATHOLICVS

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