martes, 7 de junio de 2011

Concluye el viaje a Croacia de Su Santidad el Papa Benedicto XVI orando ante la tumba del difamado Beato Alojzije S.R.E. Card. Stepinac


El cardenal mártir Stepinac ha sido el otro protagonista del viaje del Papa a Croacia. El gobierno comunista de Tito acusó en 1946 al arzobispo de Zagreb, Aloysius Stepinac, de colaboracionismo con los fascistas durante la II Guerra Mundial y lo condenó a 16 años de prisión. Sin embargo, el arzobispo había denunciado durante la guerra el genocidio que los pro-nazis estaban cometiendo contra serbios, judíos y gitanos. Tras la guerra, Stepinac se convirtió en un personaje incómodo también para Tito, por su audaz defensa de la libertad religiosa. Por eso pasó cinco años en la cárcel y nueve de arresto domiciliario. Murió de una extraña enfermedad en 1960, probablemente tras ser envenenado. Juan Pablo II lo declaró mártir porque pagó con la sangre su oposición a doctrinas que negaban la fe y la dignidad humana. SS. Benedicto XVI se trasladó a la Catedral de Zagreb, dedicada a María Santísima Asunta y a San Esteban rey de Hungría, donde tuvo lugar la celebración de las vísperas con obispos, sacerdotes, religiosos y seminaristas. Allí rezó ayer ante su tumba en la catedral de Zagreb tras reunirse con los obispos croatas.


Del beato mártir el Papa dijo que era un "valeroso pastor, ejemplo de celo apostólico y firmeza cristiana, cuya vida heroica ilumina también hoy a los fieles de las diócesis croatas, sosteniendo así la fe y la vida eclesial. Los méritos de este inolvidable obispo derivan esencialmente de su fe: él tuvo en su vida la mirada fija siempre en Jesús, y siempre se configuró con Él, hasta el punto de convertirse en una viva imagen de Cristo, también en sus padecimientos. Precisamente por su firme conciencia cristiana, supo resistir a todo totalitarismo, haciéndose defensor de los judíos, los ortodoxos y todos los perseguidos en el tiempo de la dictadura nazi y fascista, y después, en el período del comunismo, 'abogado' de sus fieles, especialmente de tantos sacerdotes perseguidos y asesinados. Sí, llegó a ser 'abogado' de Dios en esta tierra, pues defendió tenazmente la verdad y el derecho del hombre a vivir con Dios”.

“El beato Alojzije Stepinac ha respondido con su sacerdocio, con el episcopado, con el sacrificio de su vida: un único 'sí' unido al de Cristo. Su martirio indica el culmen de las violencias cometidas contra la Iglesia durante el terrible periodo de la persecución comunista. Los católicos croatas, y el clero en particular, fueron objeto de vejaciones y abusos sistemáticos, que pretendían destruir la Iglesia católica, comenzando por su más alta Autoridad local. Aquel tiempo especialmente duro se caracterizó por una generación de obispos, sacerdotes y religiosos dispuestos a morir por no traicionar a Cristo, a la Iglesia y al Papa. La gente ha visto que los sacerdotes nunca han perdido la fe, la esperanza, la caridad, y así han permanecido siempre unidos. Esta unidad explica lo que humanamente es incomprensible: que un régimen tan duro no haya podido doblegar a la Iglesia [...] también hoy la Iglesia en Croacia está llamada a permanecer unida para afrontar los desafíos del nuevo contexto social, descubriendo con osadía misioneras nuevas vías de evangelización, especialmente al servicio de las jóvenes generaciones”. En este contexto se refirió a la importancia de que, “sobre todo los obispos y sacerdotes trabajen siempre al servicio de la reconciliación entre los cristianos divididos y entre los cristianos y los musulmanes, siguiendo las huellas de Cristo, que es nuestra paz. No dejéis tampoco de ofrecer a los sacerdotes claras directrices espirituales, doctrinales y pastorales. La comunidad eclesial, en efecto, tiene en su seno legítimas diversidades, pero no puede dar un testimonio fiel del Señor si no es en la comunión de sus miembros. Esto exige de vosotros el servicio de la vigilancia, que se ha de ofrecer en el diálogo y con gran amor, pero también con claridad y firmeza”.

El Papa recordó que el beato Stepinac decía que “uno de los mayores males de nuestro tiempo es la mediocridad en las cuestiones de fe”.

Finalmente, pidió a los jóvenes que se preparan para el sacerdocio o la vida consagrada, que su “corazón esté siempre dispuesto. Que el testimonio heroico del beato Alojzije Stepinac inspire una renovación de las vocaciones entre los jóvenes croatas”.

Recomiendo leer este artículo sobre la leyenda negra creada por  la propaganda del régimen comunista yugoslavo del Mariscal Tito tras procesar al líder espiritual de los croatas, el beato Stepinac, en un simulacro de juicio como supuesto colaborador con el régimen fascista durante la Segunda Guerra Mundial, y sobre la manipulación informativa, siguiendo la misma línea calumniadora, en medios como "Wikipedia".

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